miércoles, 5 de agosto de 2015

EL IMPENITENTE VANIDOSO NO TIENE REMEDIO

El no-portavoz del Grupo Popular  sigue obsesionado conmigo, porque me empeño en no formar parte de su coro de aduladores. Le contesto en primera persona a las alusiones personales que me ha hecho en estos últimos días.

Dice que me amparo en el anonimato, en referencia a las valoraciones publicadas en el blog del PSOE.  Los textos que aparecen en esa publicación digital no son opiniones personales mías, y poco importa quién las haya escrito. Es la posición del Partido Socialista y de Izquierda Unida de Bustarviejo. Y punto. Por supuesto, me identifico plenamente con las afirmaciones que allí se vierten.
¿Firmaba él los libelos que durante toda la legislatura anterior se volcaban en el Blog del PP de Bustarviejo? A mí me importaba un pimiento si los escribía él o cualquiera de sus compañeros. Era la posición de su partido y como tal lo tomábamos los ciudadanos del pueblo.

Exhibe una crónica falta de respeto personal, con apelativos barriobajeros, a pesar de haber ido a un colegio de pago. Las descalificaciones manchan a quien las práctica no a las personas contra las que van dirigidas. Va de beato, pero tiene el alma envenenada de rencor.

No sólo descalifica. Miente. A conciencia y sin pudor. Me reprocha que no haya tenido "valor" para presentarme a la reelección. Pretende ignorar u olvidar que, al poco de ser elegido Alcalde por el Pleno, dije con claridad -y reiteré en numerosas ocasiones- que no tenía intención de optar a otro mandato. Mi compromiso con los compañeros del PSOE e IU era para la legislatura anterior. Lo supieron ellos desde 2011 y lo supo todo el pueblo que atendió mis palabras. Comprendo que al señor De Mateo le cueste entender que hay quien cumple con sus promesas.

Como no todos somos de su misma condición maledicente, no se nos ocurre lanzar insinuaciones sobre las razones por las que él se "protegió" en el tercer puesto de la lista del PP. Se trata de una decisión interna de ese partido, del todo respetable. Lo que nos parece chocante es que no encabece la candidatura y luego ofrezca tan pocas muestras de ceder el protagonismo al nuevo número uno. La desproporcionada exhibición en el último Pleno sólo es la más reciente muestra de ello.

Aquí estoy y aquí estaré, señor no-portavoz del Grupo Popular, para opinar de sus actuaciones, como un vecino más. Sin insultos ni descalificaciones. Con argumentos, equivocados o no.
Que tenga usted un buen verano, señor De Mateo García.

JUAN ANTONIO SACALUGA


domingo, 2 de agosto de 2015

LEVEDAD Y EGOLATRÍA EN EL PLENO DE JULIO

2 de Agosto de 2015
                
El Pleno municipal de este mes de julio era la primera ocasión para comprobar el desempeño del nuevo equipo de gobierno y la actitud del resto de grupos políticos en el arranque de este nuevo periodo de gestión del Ayuntamiento.
                
Los concejales de la AVB demostraron un desempeño dubitativo, vacilante, carente de ideas claras sobre las líneas de actuación del gobierno. Les traiciona su empeño obsesivo por no resultar contundentes, por demostrar que quieren contar "con todos" y por no enfadar (aunque esta preocupación sea cada vez más selectiva).

La sesión fue tediosa, durante la mayor parte de su desarrollo. La irritante actitud del 'no-portavoz' del Grupo Popular, lejos de añadir interés, contribuyó a hacer por momentos insoportable el Pleno.
               
                
La búsqueda del consenso es positiva, pero ningún gobernante de una gestión pública se puede escudar en ese requiebro de corrección política para eludir sus responsabilidades. Una cosa es contar con las opiniones, valoraciones e ideas de los demás y otra muy distinta es, ante cualquier pregunta, demanda o explicitación de políticas, responder que "no lo sabemos, se agradecen propuestas". La sensación que deja el Equipo de Gobierno con demasiada frecuencia es de escapismo, de elusión de responsabilidades, de evitación reiterada de desgaste, de levedad. Cuando no, de falta de ideas.
                
En este escamoteo de la ineludible tarea de gobernar, de tomar decisiones, de elegir entre una opción u otra, de afrontar las consecuencias que la defensa de los intereses generales pueda comportar, la AVB sólo parece dispuesta a hacer una excepción. No tiene tantos reparos para deslizar o insinuar reproches o críticas veladas hacia el anterior gobierno.
                
Pero no nos engañemos. No puede interpretarse esta desviación puntual de su conducta general como una muestra de coraje. Por el contrario, quienes ahora supuestamente dirigen el Ayuntamiento reservan sus criticas o posicionamientos más comprometidos en contra de sus antecesores no para marcar con más claridad sus políticas o para perfilar su proyecto de gobierno. Lo hacen para protegerse del peligro de una oposición más dura y destructiva: la que representa el Grupo Popular, que todavía no se ha desprendido de su disfraz conciliador.
                
LA ENGAÑOSA COLABORACIÓN DEL PP
                
En el pasado Pleno, el no-portavoz del Grupo Popular, en su habitual desenfreno de vanidad y petulancia, quiso monopolizar la escena, con una inaceptable retahíla de preguntas, pero sobre todo de preámbulos, circunloquios, explicaciones y demostraciones de experiencia con la que ya nos martirizó en la legislatura anterior.
                
En su obsesiva necesidad por demostrar su sapiencia en el oficio, el no-portavoz ninguneó a su propio portavoz-fantasma, sin privarse de algún guiño irónico sobre su indecisión o falta de preparación de los asuntos.
                
No resulta aceptable, bajo ningún concepto, que uno sólo miembro de la Corporación, sea el que sea, pretenda monopolizar el uso de la palabra. En cualquier institución donde se exprese la representación de la soberanía popular hay normas y reglamentos que garantizan un reparto equitativo y razonable del tiempo. El Alcalde no supo, no quiso o no pudo impedir el comportamiento ególatra del no-portavoz popular. Se le puede disculpar, si es que resultó sorprendido o desbordado. Pero no hay excusas para que la plúmbea demostración del 31 de julio vuelva a repetirse.
                
La relación de guante blanco entre la AVB y el PP es engañosa. Confiamos en que los concejales de gobierno y sus seguidores, en el fondo, lo adviertan o lo sospechen. De lo contrario, sería inquietante. La aparente actitud conciliadora o comprensiva exhibida por el no-portavoz popular en el Pleno tiene trampa. Y no es muy profundo el escondite. Asomó continuamente en su discurso con advertencias reiteradas de caducidad. El mensaje, más allá del falso engolamiento paternalista, estaba claro: "O pasáis por el aro, o palo".
                
Esta parece ser la clave de esta legislatura que acaba de iniciarse: se apunta un gobierno bajo tutela negativa. El Partido Popular de Bustarviejo, que daba por segura su victoria electoral, se ha visto 'condenado' (así lo viven algunos de sus dirigentes) a un tercer periodo de oposición. Demasiado para quienes sólo conciben la política desde la atalaya del poder. Su estrategia es clara: presionar para condicionar decisivamente las decisiones del gobierno. No se trata de gobernar "en la sombra". El PP quiere que se note quien manda. O quien sabe y puede mandar. Quizás no descarte incluso tomar el gobierno, si las condiciones empeoran y determinadas cuestiones aún pendiente no se resuelven satisfactoriamente. Por ahora, no diremos más. A buen seguro, tendremos que volver sobre ello.
                
LA INDEFINICIÓN ES INSOSTENIBLE
               
La AVB no aceptó una oferta de la coalición PSOE-IU para asegurar una mayoría progresista en el pueblo que consolidara el trabajo de los últimos ocho años. Es su derecho, pero también su responsabilidad. Si el Equipo de Gobierno cree que agradando a los exponentes más reaccionarios del pueblo van a zafarse de los habituales zarpazos del que tanto gusta su desmandado no-portavoz, cometen un grave error. 
                
La indefinición no tiene recorrido. No lo tiene para quienes esperamos una profundización de las políticas de progreso, responsabilidad y justicia. Ni tampoco para el PP, que tardó una semana en preparar la lista de exigencias al nuevo gobierno, para justificar la contundencia de su respuesta sino no son cumplidas. La "luna de miel" morirá con las fiestas.

                
En fin, para empezar a analizar los asuntos concretos y relevantes de la gestión parece que habrá que esperar al otoño. A estas alturas, el anterior Equipo de Gobierno ya había perfilado decisiones importantes y no precisamente menores. Antes de las fiestas se había analizado en profundidad la pavorosa situación económica y se habían diseñado los criterios rectores del Plan de Ajuste, se habían adoptado las primeras medidas responsables de rigor en el gasto y se había respondido con claridad a demandas de intereses particulares. Por supuesto, el ahora no-portavoz y entonces mega-portavoz del Grupo Popular no necesitaba vestirse de lagarterano comprensivo para disimular su condición: sabía que no podía engañarnos.