(Declaración
leída por el Alcalde ante el Pleno municipal del 31 de mayo).
El pasado noviembre la persona que disfrutaba del
arrendamiento de Fuente Collado se jubiló y la instalación retornó al
Ayuntamiento, que, como es lógico, decidió mantenerla en funcionamiento.
Confirmamos entonces lo que ya sabíamos: que el
Bar-Restaurante de Fuente Collado, así como el Campo de Fútbol y otras
edificaciones privadas, se encontraban en terreno perteneciente a la Vía
Pecuaria de la Cañada segoviana, y no en suelo de propiedad municipal. El
gobierno consideró entonces que era conveniente normalizar esta situación,
irregular desde hace décadas.
Con este propósito, el Gobierno efectuó consultas con las
autoridades competentes de la Comunidad de Madrid. Como primera medida, y a la
espera de una solución definitiva, se solicitó por este Ayuntamiento permiso de
ocupación temporal para no prolongar por más tiempo una situación que se
arrastra desde hace décadas.
Semanas más tarde, en marzo, el Subdirector general de
Recursos Agrarios, Jesús Carpintero, recibió al Primer Teniente de Alcalde,
Alberto Penadés, y al Secretario Interventor, Juan Francisco Bravo Collantes, y
les manifestó que para resolver el asunto en cuestión debían solicitar una
permuta de terreno con dos condiciones: que el terreno municipal cedido a
cambio fuera equivalente al ocupado por las instalaciones municipales, y que
estuviera asegurada la continuidad de la vía pecuaria, tras realizar la
operación de permuta. Asimismo, y de manera informal, les manifestó que su
departamento no tenía intención de obstaculizar la continuidad de la actividad
del Bar Restaurante mientras se tramitaba la mencionada operación de permuta,
si no mediaba denuncia de un tercero.
Esta información fue puesta en conocimiento del portavoz
del Grupo Popular en la Comisión Informativa del 22 de abril, en la que se
sometió a consideración el pliego de arrendamiento del Bar-Restaurante. El
señor De Mateo objetó este consentimiento y pidió constancia escrita que,
naturalmente, no existía. El Alcalde decidió, por cautela, no informar la
propuesta de acuerdo y considerar la situación con el resto del Gobierno.
Tras una meditada reflexión, el Gobierno decidió seguir
adelante con la idea inicial e introdujo este punto como moción de urgencia en
el Pleno del 26 de abril. Con el voto favorable de los seis concejales del
Gobierno y el rechazo a votar de los cinco concejales del Grupo Popular, se
aprobaron la propuesta de permuta de trazado, la solicitación de ocupación
temporal de la vía pecuaria y el pliego de arrendamiento del Bar Restaurante.
En los días siguientes, el Gobierno tuvo conocimiento de
que el señor De Mateo puso en conocimiento del Consejero de Medio Ambiente de
la Comunidad de Madrid la intención municipal de reabrir el Bar Restaurante.
Las consecuencias de esa 'intervención' han sido palpablemente negativas para
lograr este objetivo, compartido por la inmensa mayoría de los vecinos. Por
razones de prudencia, y de lealtad institucional, no puedo, aunque quisiera,
ser más detallado.
Pero el caso es que el Subdirector de Recursos Agrarios,
señor Carpintero, nos manifestó que el Consejero le había amonestado y no podía
seguir garantizando su apoyo a la iniciativa del gobierno municipal.
Para intentar limitar el daño creado por la indiscreción,
por no decir la maniobra denunciadora del señor De Mateo, este Alcalde y el
Secretario pidieron entrevista con el Consejero de Medio Ambiente y Ordenación
Territorial. A pesar de que nos concedió cita el 14 de mayo, cuando nos
personamos en la sede de la Consejería se nos dijo que, "por
complicaciones de última hora", no nos recibiría el Consejero, sino el
Vice consejero. Tras unos minutos de espera, tampoco nos atendió él, sino el
Director General de Medio Ambiente. Este responsable político se mostró
comprensivo con nuestros argumentos, pero remitió su respuesta a los servicios
jurídicos y al dictamen del Servicio de Vías Pecuarias.
Con el propósito de agilizar las gestiones, el 17 de Mayo
visité en su despacho al Jefe de Vías pecuarias, señor Millán. Este funcionario
me aseguró que, después de estudiar el expediente, ya sabían qué base legal
existía para concedernos la ocupación temporal; en concreto los artículos 39.
5b) y 39.6 de la Ley de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid, que permiten
esta condición para instalaciones preexistentes. Añadió que, de forma
inmediata, nos solicitarían la documentación inicial para proceder a tramitar
la concesión. En cuanto al cambio de trazado, el señor Millán me manifestó que
ya había trabajo previo realizado y que seguiría su curso. En todo caso, la
gestión de la ocupación temporal se demoraría no menos de cuatro meses, según
sus cálculos. En la misma entrevista, el señor Millán me confirmó lo que todo
el mundo en este entorno conoce por propia experiencia: que en terreno de vías
pecuarias existen decenas, por no decir cientos, de casos análogos al de Fuente
Collado.
A día de hoy, y contrariamente a lo anunciado, no hemos
recibido del Servicio de Vías Pecuarias requerimiento alguno de documentación
adicional para avanzar en los trámites señalados. Nos da la sensación de que
cada vez que realizamos una gestión y alumbramos un paso adelante no tarda en
producirse un bloqueo.
Tras analizar seriamente la situación, me veo en la
obligación política y ética de denunciar y condenar la interferencia
perjudicial y sospechosa del portavoz del Grupo Popular. Lejos de ayudar a
agilizar las gestiones realizadas por el Ayuntamiento ante la Comunidad de
Madrid, lo que ha provocado es ruido y alerta. Tiene razón el señor De Mateo en
que las actuaciones municipales deben hacerse conforme a la ley, pero él sabe
mejor que nadie que en la ejecución de las leyes hay márgenes de interpretación
y de actuación. En este caso, al haberse iniciado el proceso de regularización,
lo único que se estaba haciendo era prolongar unos meses más la situación ya
existente y, en modo alguno, incurrir en una ilegalidad nueva o distinta.
No le reprocho al señor De Mateo que nos negara su apoyo en
el Pleno del 26 de abril, si él consideraba que nuestra actuación no se
ajustaba a todos los requisitos legales. Si estaba tan seguro de la
improcedencia de la actuación del gobierno, debería haber esperado a que se
produjera la sanción o conminación de la Comunidad de Madrid.
Los departamentos de la Comunidad vinculados a este caso
nos han reconocido que, sin una advertencia expresa de alguien, no se hubieran
mostrado proactivos en impedir la continuidad del funcionamiento de Fuente
Collado, puesto que ya se había acordado iniciar la tramitación de la ocupación
temporal y, en paralelo, el cambio de trazado de la vía pecuaria. Es lo que se
hace en situaciones similares: no se actúa si no media la denuncia de un
tercero.
Acostumbra el señor De Mateo a presumir de experiencia en
la gestión municipal. Tiene base para ello. Es más que presumible, por tanto,
que fuera conocedor de esta práctica administrativa. Pero la experiencia puede
ponerse al servicio de una causa buena o mala. En esta ocasión, como en
otras anteriores, el portavoz del Grupo Popular ha vuelto a elegir la peor
opción.
Su apresuramiento en advertir al máximo responsable de la
Consejería de nuestra decisión era completamente innecesario. Salvo,
claro está, que obedecería a la intención de crear una alerta y, en definitiva,
a boicotear la actuación del gobierno. Con ser esto políticamente reprobable,
no es lo peor. La "diligencia" del señor De Mateo ha perjudicado los
intereses generales.
El comportamiento del portavoz popular, que a mi juicio ha
sido obstruccionista y malintencionado, no puede dejar de tener repercusiones
políticas. Al asumir la Alcaldía, hace poco más de un mes, ofrecí a la
oposición mi disposición a pactar soluciones para los grandes desafíos que
tiene Bustarviejo. Adicionalmente, en prueba de buena voluntad, solicité al
Grupo Socialista que renunciara a sus puestos en las Mancomunidades en la que
hay más de un representante municipal para ofrecérselos al Grupo Popular.
La actuación del señor De Mateo, que considero de una
incomprensible deslealtad, ha lesionado gravemente mi creencia en su buena fé.
No puedo seguir confiando en su comportamiento. En consecuencia, para preservar
los intereses generales, me he visto obligado a tomar las siguientes
decisiones:
- revocar los decretos que le concedían la representación
al señor de Mateo en las Mancomunidades. Esta medida no se aplicará a los otros
miembros del grupo popular del Ayuntamiento, sobre cuyo comportamiento no tengo
que formular hasta la fecha reproche alguno.
- suspender las ofertas de pacto o negociación presentadas
en mi toma de posesión. A partir de ahora, mi relación con el señor De Mateo se
limitará al marco estrictamente institucional, sin limitaciones o reservas.
Como no podía ser de otro modo, puede estar seguro el portavoz del Grupo
Popular que seguirá informado en tiempo y forma de las actuaciones del
gobierno, pero no será convocado a reunión de trabajo o actuación previa que no
esté estipulada en la normativa vigente. Garantizó la relación institucional
pero declaro interrumpido mis esfuerzos de alcanzar pactos, acuerdos o
consensos políticos con el señor de Mateo, más allá del que pueda alumbrarse en
el transcurso de plenos o comisiones informativas. Como en el punto anterior,
esta suspensión del diálogo político por iniciativa del Gobierno no será
aplicable a los otros concejales del PP.
El triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular en las
elecciones autonómicas en la circunscripción de Bustarviejo no vino acompañado
de una victoria análoga de la candidatura municipal, lo que le privó de la
capacidad numérica para gobernar el pueblo. El señor De Mateo debería haber
hecho una reflexión honesta y valiente sobre las causas de este apoyo político
reducido con respecto a sus correligionarios. En cambio, prefirió deslegitimar
continuamente la coalición mayoritaria de gobierno. Durante estos dos años se
ha conducido con una arrogancia irritante. Su falta reiterada de control le ha
llevado incluso a deslizarse hacia el insulto y la descalificación de los
miembros del gobierno, con una frecuencia que ha resultado difícil disculpar.
Hace unos meses, como portavoz del Grupo socialista de este
Ayuntamiento, acusé al señor De Mateo de representar un obstáculo para la
convivencia política en Bustarviejo. A pesar de todo ello, tras ser elegido
Alcalde por la mayoría del consistorio, reiteré mi disposición a abrir una
nueva página de diálogo y consenso. Tendí la mano al señor De Mateo y me ha
devuelto una pedrada. Personalmente, asumo mi error de cálculo y mi estéril
ingenuidad. Pero, más allá de la elegancia política, debo ante todo limitar el
daño que maniobras del gusto del señor De Mateo pueden infligir al pueblo de
Bustarviejo. De ahí mi decisión de renunciar a una relación política más allá
de nuestras respectivas obligaciones institucionales.